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El "Milagro Económico Español" (1959-1973).

El Milagro Económico Español: la transformación de un país rural a una economía moderna.

Entre 1959 y 1973, España experimentó uno de los periodos de mayor crecimiento económico de su historia: el llamado "Milagro Económico Español". En un lapso de apenas 14 años, el país pasó de ser una economía predominantemente agraria y atrasada a una potencia industrial emergente. Este fenómeno no solo transformó la economía, sino también la sociedad española, marcando un antes y un después en su desarrollo.


El punto de inflexión llegó en 1959 con el Plan de Estabilización, impulsado por el régimen franquista en colaboración con tecnócratas vinculados al Opus Dei. Tras años de políticas autárquicas que habían sumido al país en la pobreza y el aislamiento, el plan marcó un giro radical hacia la liberalización económica. Medidas como la devaluación de la peseta, la eliminación de controles sobre precios y salarios, y la apertura a la inversión extranjera sentaron las bases para la modernización económica.

La entrada de capital extranjero, especialmente de empresas multinacionales, fue clave en el desarrollo de sectores como el automovilístico, la petroquímica y la construcción. Empresas como SEAT y Pegaso se convirtieron en símbolos de la nueva industria nacional, mientras que proyectos de infraestructura, como la construcción de autopistas y embalses, apoyaron el crecimiento del mercado interno.

Uno de los motores más importantes de este milagro fue el turismo. España se convirtió en uno de los principales destinos europeos gracias a su clima, sus costas y sus precios competitivos. Durante la década de 1960, el número de visitantes internacionales pasó de 4 millones a más de 30 millones anuales, generando divisas que ayudaron a equilibrar la balanza de pagos. Este boom turístico también transformó la sociedad española, fomentando un mayor contacto con el exterior y un cambio en los valores y costumbres tradicionales.

Sin embargo, este crecimiento tuvo un alto costo social y territorial. La industrialización atrajo a millones de trabajadores del campo hacia las ciudades, lo que provocó un éxodo rural masivo y el abandono de amplias zonas del interior. Madrid, Barcelona y Bilbao crecieron de manera acelerada, pero muchas veces sin una planificación adecuada, lo que dio lugar a barrios periféricos de chabolas y escasa calidad de vida. Además, las desigualdades entre regiones se acentuaron: mientras que zonas como Cataluña y el País Vasco prosperaban, Andalucía y Extremadura permanecían rezagadas.

La dependencia de sectores vulnerables, como el turismo y la construcción, también plantó las semillas de futuras crisis económicas. Cuando en 1973 estalló la crisis del petróleo, el modelo español mostró sus debilidades: una excesiva dependencia energética del exterior y una estructura productiva poco diversificada.


El "Milagro Económico Español" fue, sin duda, un periodo de progreso sin precedentes, pero también una etapa de contradicciones. Por un lado, sacó a millones de españoles de la pobreza, mejoró su nivel de vida y sentó las bases para la transición democrática. Por otro, dejó pendientes problemas estructurales, como las desigualdades territoriales, la dependencia de sectores vulnerables y la falta de sostenibilidad ambiental.

Este capítulo de la historia económica española nos invita a reflexionar sobre los equilibrios entre crecimiento rápido y desarrollo sostenible, entre las necesidades inmediatas y las estrategias a largo plazo. ¿Es posible lograr un crecimiento inclusivo que beneficie a todas las regiones y clases sociales? Esa es la pregunta que el "Milagro Económico Español" deja abierta para las generaciones futuras.

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